![Alguien con computadora portátil](/sites/default/files/styles/banner_image_mobile/public/2023-07/alguien-con-computadora-portatil-2.jpg.webp?itok=hqQcmgdj)
—¡Ya no se aguanta! —El joven de zapatos blancos, anteojos finos y manga larga levantó el puño hacia el cielo—. La corrupción está a niveles demasiado altos, y los pocos se lucran de los muchos.
El tiempo estaba caluroso, y el ademán del muchacho calentó más el ambiente. En ese momento, un anciano levantó una mano temblorosa. En esa tarde, el grupo de personas sentadas en el corredor de la abarrotería en el centro del pueblo fijó la vista en el anciano que había estado callado.