Un ciclo vicioso

—Pablo Schrock

Tiempos fáciles ocasionan hombres débiles; 

Hombres débiles ocasionan tiempos difíciles; 

Tiempos difíciles ocasionan hombres fuertes; 

Hombres fuertes ocasionan tiempos fáciles. 

Tiempos fáciles ocasionan hombres débiles; 

…y así sucesivamente. 

He estado reflexionando sobre este ciclo vicioso, y parece que lamentablemente es la realidad en muchos casos. Es un ciclo que caracteriza propiamente la inclinación humana, a menos que alguien tenga la integridad necesaria para cambiar el rumbo. 

Un ejemplo de este ciclo vicioso: 

Los tiempos difíciles que sufrió David bajo la opresión del rey Saúl lo hicieron fuerte. Como resultado, su hijo Salomón recibió el reino en medio de tiempos fáciles. Después, Roboam, hijo de Salomón, que se crio en medio de tiempos fáciles, no supo lidiar con los desafíos del reino y ocasionó tiempos difíciles. Tomó una decisión insensata, y fue causa de que el reino se dividiera y que el gran templo de Salomón fuera saqueado. Después su hijo Abdías, al observar la debilidad de su padre (2 Crónicas 13:7), fue más íntegro. Él y los siguientes dos reyes, Asa y Josafat, progresivamente fortalecieron el reino de nuevo, y así sucesivamente siguió el ciclo vicioso. 

¿Será inevitable que los tiempos fáciles ocasionen hombres débiles, y que estos a su vez ocasionen tiempos difíciles? ¿No habrá manera de romper este ciclo? Pienso en algunos personajes de la Biblia que me parecen íntegros en su manera de tratar con el dilema de los “tiempos fáciles”. 

  1. José se hizo fuerte en medio de tiempos difíciles. Como resultado, él ocasionó muchos años de tiempos fáciles para su familia e incluso para la nación de Egipto. Pero José retuvo su integridad. Él clasificó todos sus tiempos difíciles como plan y diseño de Dios (Génesis 50:20). En ningún momento elevó su corazón con vanagloria. 
  2. David, en sus cumbres de victoria, atribuía todos los méritos a Dios. Véase su salmo en 1 Crónicas 16:7-36. En su máximo apogeo de éxito, dedicó todas sus riquezas y sus esfuerzos a la obra de Dios (1 Crónicas, capítulos 17-26). 
  3. Cuando llegaron “tiempos fáciles” de paz para los primeros cristianos, ellos no se relajaron, sino que aprovecharon la ocasión para edificar la iglesia, andar en el temor del Señor y ganar más almas para Cristo (Hechos 9:31). 
  4. El apóstol Pablo, al reflexionar sobre sus éxitos o “tiempos fáciles”, atribuía todo a la misericordia de Dios. Él se hacía recordar lo que había sido antes, un blasfemo, injuriador y perseguidor de la iglesia (1 Timoteo 1:12-17). Parece que un lema para su vida era lo siguiente: “En los tiempos difíciles, enumera tus bendiciones; en los tiempos fáciles, recuerda tus faltas”. 

Al pensar en este año 2025, ¿será de “tiempos fáciles” o “tiempos difíciles”? Creo que en general, vivimos tiempos fáciles. En lo material, hay fuentes de trabajo, hay dinero para gastar hasta en lo que no son necesidades básicas. En lo espiritual, gozamos de buenas bases bíblicas que nos han legado nuestros antecesores. 

Así que nos queda el reto: ¿Estamos ocasionando “hombres fuertes” para la próxima generación o vamos a seguir el ciclo vicioso de ocasionar “hombres débiles” e incapaces de lidiar con los desafíos de la vida, y que a su vez ocasionarán tiempos difíciles? Cada generación tendrá que decidir por sí misma lo que va a hacer. Sin embargo, creo que nosotros hoy en día también tenemos un papel importante que cumplir. 

Tomado de "El Mensajero", Publicadora la Merced 

?¿Tienes una pregunta?