¿Por qué a algunos anabaptistas los llaman menonitas?

Al comenzar la reforma protestante en el siglo XVI, los líderes principales, como Lutero y Zuinglio trataron de reformar poco a poco las averías en la iglesia madre, para evitar revueltas en la sociedad. Con todo, había un grupo de personas que querían sencillamente comenzar de nuevo y establecer otro tipo de iglesia, con personas que tuvieran una relación viva con Jesús y estuvieran dispuestos a obedecer la Biblia de manera radical y voluntaria. A este grupo se les llamó la reforma radical. 

Los anabaptistas se encontraban en medio de esta tercera rama de la reforma, y un monje converso llamado Menno Simons fue instrumental en levantar iglesias en los Países Bajos, Alemania y Polonia. A este se le recuerda por sus varios escritos que defienden el evangelio puro y apostólico, no queriendo comprometer las claras verdades bíblicas. Menno se negaba a tomar la espada y defender sus derechos, escogiendo mejor huir y entrar en el sufrimiento de Jesús. Esto lo puso en contracorriente de los protestantes y los católicos de Europa, y el grupo recibió mucho desprecio e incluso persecución de las iglesias tradicionales. 

Los escritos de Menno Simons se esparcieron por Europa en ese mismo siglo, y a los anabaptistas los comenzaron a llamar, despectivamente, menistas o menonitas. Así les quedó el apodo, y hoy día ya no se considera despectivo. Hay varias iglesias anabaptistas que llevan el nombre menonita, aunque ninguna diría que sigue a Menno. En cuanto al evangelio que predicaba Menno, la fe pura y apostólica es la que se busca imitar hoy en día. Es el evangelio puro que Jesús trajo a esta tierra. Es el evangelio que él quiere que sigamos predicando hasta el fin.