¿En qué consiste el hablar en lenguas según la Biblia?

Al buscar qué dice la Biblia en cuanto a las lenguas (glossa; idiomas), notamos que en el capítulo 2 de Hechos, sucede un milagro con estas. Cincuenta días después de la muerte de Jesús y la celebración de la pascua, los creyentes fueron bautizados con el Espíritu Santo y los apóstoles predicaron fervientemente el evangelio. Por un milagro, los judíos de la diáspora que estaban en Jerusalén para la pascua y la fiesta de primeros frutos oyeron el evangelio en su propio idioma. Los de Partia, Media, Elam, Mesopotamia, Capadocia, Ponto, Asia, Frigia, Panfilia y África, todos oyeron el evangelio en su idioma materno.

Esta señal impactaba a una población que normalmente veía el “hebreo” como el idioma de Dios. Podía parecer hasta irreverente para ellos oír palabras de Dios en idiomas “seculares”. La gente que los oía decía: “están llenos de mosto”, insinuando que solo un borracho hablaría palabra de Dios en idiomas seculares. La venida del Espíritu Santo marcó el nuevo pacto y abrió puerta al reino para todas las naciones. Notamos que esta señal tenía un resultado práctico: las personas que no conocían el Evangelio de Jesús se compungieron de corazón cuando lo oyeron por primera vez en su propio idioma. 

En Hechos 10, cuando Pedro visita a Cornelio después de la visión de los cuadrúpedos inmundos, volvemos a ver ciertas lenguas presentes entre los gentiles que recibieron el Espíritu Santo. Este mismo hecho les confirmó a los judíos que verdaderamente los gentiles también podían recibir el Espíritu. No hay nada en el texto que nos indique que haya sido otro tipo de lenguas de las que se vieron en Hechos 2. Las lenguas aparecen otra vez en Hechos 19, también como una confirmación del Espíritu Santo para unos doce efesios.

Aunque estos sucesos eran notables, en ninguna manera insinúa que de aquí en adelante todos los que recibieran el Espíritu Santo hablarían lenguas milagrosas cada vez. Más bien, las lenguas venían cumpliendo unas profecías específicas halladas en Isaías 28:11-12, al igual que las de Joel 2:28-32. Estos profetizaron que estas señales confirmarían a todos sus lectores que habían llegado “aquellos días” de los cuales habían hablado los profetas. 

Entonces, ¿qué diremos de las muchas lenguas inteligibles que se oyen hoy día entre el pentecostalismo? Aunque no estamos para juzgar a nadie en su situación específica, la verdad es que estas lenguas inteligibles no se parecen a las lenguas de Hechos. Las lenguas siempre fueron idiomas (aunque milagrosas) que entendían los oyentes, trayendo un mensaje claro de arrepentimiento para el incrédulo y causando un cambio de vida en los que oían.