¿Qué distingue los libros poéticos del Antiguo Testamento?

En el Antiguo Testamento hay cinco libros que se consideran sapienciales, escritos para traer sabiduría al hombre. Son los libros de Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Cantares. 

Al libro de Salmos bien podríamos llamarlo el himnario de los judíos; contiene cantos que entonan la historia nacional y las añoranzas mesiánicas, junto con ilustraciones bellas del poder y cuidado de Dios para con los suyos. 

En el Cantar de los Cantares, Dios nos muestra el plan perfecto del amor que él tiene por la humanidad que responde a su llamado. Por medio de la relación apasionada entre Salomón y la Sunamita, él intenta llamar nuestra atención hacia él solamente. 

Proverbios constituye un libro de refranes y dichos sabios. Todo el libro contrasta la sabiduría con la insensatez, al mostrar que las cosas les van bien a los que aplican los principios que Dios estableció desde la creación. 

A simple vista, Eclesiastés y Job parecieran contradecir a Proverbios, ya que muestran vívidamente que las leyes generales presentadas en Proverbios no siempre se cumplen en cada situación. Dios tiene la última palabra, y a veces las cosas les van mal a los que hacen bien, y viceversa. 

Al absorber en conjunto el mensaje de los cinco libros de la sabiduría, sobresale la bondad sabia de Dios al obrar detrás de las escenas en este mundo. En todo momento él sostiene, adiestra y purifica al ser humano falto de entendimiento.